lunes, 29 de febrero de 2016

LOS CARIBES


Los caribes, llamados caríbales o galibi en algunos documentos históricos, denominaciones derivadas del proto-caribe *karipona:'hombre(s)'— eran un conjunto de pueblos que, en el momento del contacto colombino en el siglo XV, ocupaban el norte de Colombia, el noreste de Venezuela y varias Antillas Menores. En las islas del mar Caribe desaparecieron como etnia independiente como consecuencia de la colonización europea, aunque en Venezuela, Brasil y Las Guayanas continuaron dando lugar a los galibis (kari'ñas) modernos y otros pueblos. En las islas se dio el mestizaje con africanos en la isla de San Vicente; viven en la actualidad en Honduras. Los caribes pertenecían a la familia lingüística más amplia a la que dieron su nombre y cuyos otros miembros se hallan en el norte de Sudamérica.

Este fue uno de los primeros pueblos americanos que conocieron los europeos. En las crónicas se les suele contraponer a los taínos de lengua arahuaca que llegaron a las Antillas antes que ellos. De esta manera, mientras que los taínos eran vistos como un pueblo pacífico y con una cultura elevada, a los caribes se les veía como un pueblo belicoso y salvaje que practicaba la antropofagia. De hecho, su nombre es el origen de los términos caníbal y canibalismo con cuyos equivalentes se describe en varios idiomas europeos la práctica de alimentarse con carne de miembros de la propia especie.

Organización social

Los caribes se agrupaban en clanes familiares de linaje patrilineal llamados cacicazgos manteniéndose alianzas como pueblos federados.

No residían en poblados; sus bahareques eran apartados unos de otros y de cuidadosa construcción con materiales naturales como: pilotes estructurales de madera, con cubiertas protectoras a dos aguas, elaboradas con las hojas de la palmera de la región, divisiones y paredes interna en esterillas guadua, caña brava, algún tipo de cactus, recubiertas de una argamasa de origen vegetal que además utilizan en el inmobiliario interno, y una última 

capa para el lustre de algún tipo de cal.

Actividad económica
La pesca de grandes especies, tanto de océano como de río, era la fuente principal para su alimentación, la conservaban por largos períodos con técnicas de humeado, secado y salado. Llamaban a su cocina barbacoa, era un mesón de madera cubierto por tierra donde asaban y cocinaban sus alimentos. Su agricultura cosechaba: papa, arracacha, uchuva, maíz, yuca o mandioca, coca, tabaco, algodón, cacao, ají, achira, aguacate, distintos tipos de frijoles, ahuyama, guayaba, maguey.
Pintura corporal

La costumbre general de estas etnias en las regiones tropicales era la de no cubrir sus genitales y el uso de tintes vegetales y minerales para la creación de pinturas cosméticas, que además de proporcionar protección contra insectos, eran principalmente un distintivo de familia y de reconocimiento delante otras etnias. Llevar el nombre familiar pintado en la cara, es una costumbre bien descrita por investigadores koriguages; éstos utilizan diseños estilizados en tintes de color negro, donde representan el animal característico de su familia, el diseño más común en estas gente era: un murciélago contando con los de jaguar, araña y mono, muy similares a los usados por los embera y karajá amazónicos y gran número de familias de etnia caribe.

Uniones familiares
Para las uniones familiares estas etnias americanas practicaban poligamia masculina por endogamia y exogamia esta última con dimensiones antropológicas muy significativas, relacionada íntimamente con el carácter expansionista de esta etnia. Seguía la exogamia en casos de uniones consentidas, patrones matrilineales y patrilineales, de acuerdo con las arreglos pactados por las familias, un ejemplo de esto es: el linaje Tama. En las uniones no consentidas, se lograba con el sacrificio del total de los varones, dejando en condiciones aptas para la unión a las mujeres de la etnia sometida, asegurando de esta forma la trasmisión del material genético de manera patrilineal.

Antropofagia
Las crónicas históricas afirman que los caribes practicaban la antropofagia. Su expansionismo los llevó a tomar los poblados que no permitían la exogamia pacífica, en los que mataban a los varones (adultos y niños) para tomar en exogamia a sus mujeres viudas y solteras. Sin embargo, los antropólogos se muestran divididos en cuanto a la realidad de estos hechos.

Lengua
Los caribes hablaban alguna lengua de la familia que lleva su nombre, pero esta desapareció después del contacto con los europeos. Aunque los descendientes de los caribes y los esclavos negros sobreviven actualmente y hablan el idioma garífuna, esta lengua no es una lengua caribe sino arahuaca. Esto se debe a que las mujeres de los caribes solían comunicarse en taíno —el idioma de muchas de ellas que habían sido secuestradas en las incursiones belicosas en las Antillas orientales— y al ser ellas quienes criaron a las nuevas generaciones, el garífuna devino en lengua arahuaca.

LA NUEVA GRANADA A FINALES DEL SIGLO XVIII

La organización económica y social colonial generó innumerables conflictos entre los diversos estamentos en que se encontraba estratificada la sociedad colonial neogranadina, que se fue haciendo más compleja con las rebeliones indígenas, los alzamientos de los esclavos, la formación de los palenques cimarrones y, finalmente, con el aumento del mestizaje. Además de las condiciones en que se daba la producción minera y agrícola, también la institución de la esclavitud había introducido elementos de conflicto, revueltas y huidas de esclavos. En numerosos puntos del virreinato se presentaron protestas y rebeliones por parte de indios así como de negros esclavizados; por su parte, los mestizos constituían un grueso número de marginados sin tierra que, junto a los españoles pobres, protagonizaron conflictos por la tierra. 

Los enfrentamientos entre los diversos grupos socioraciales fueron más radicales entre blancos y mestizos, que entre blancos e indios o negros. Como en el caso del movimiento comunero, el enfrentamiento de los criollos y las castas contra los funcionarios de la Corona española comenzó a cobrar fuerza desde mediados del siglo XVIII.

CONDICIONES SOCIALES O LOS ANTECEDENTES DE LA REBELIÓN
Por encima de las rentas de aguardiente, tabaco y alcabala, la actividad que constituyó la principal fuente de ingreso para la Corona en la época colonial fue la explotación del oro; en torno a ella giró la economía del Nuevo Reino.

Para finales del siglo XVIII y tras varios siglos de dominación colonial, en el Virreinato de la Nueva Granada, las condiciones sociales imperantes ofrecían varias características. Una primera es que la jerarquización social basada en las diferencias étnicas estaba desvaneciéndose por el predominio demográfico de la población mestiza, que conllevó a la rivalidad entre blancos y mestizos en torno al acceso a ciertos cargos públicos y otras prerrogativas legales y sociales. No obstante seguía manteniéndose una rígida diferenciación entre blancos descendientes de españoles –los españoles americanos– y los blancos pobres, en cuanto a riqueza y dignidades políticas y sociales.

Respecto al control y posesión de la tierra, los blancos nobles y comunidades religiosas concentraban su posesión, en tanto que los mestizos no tenían acceso a ella. Muchos mestizos estaban vinculados a las haciendas como arrendatarios o eran peones; otros recurrieron a la ocupación de tierras baldías, también llamadas realengas. Por su parte, la mayoría indígenas se encontraba en tierras de resguardo y otros estaban vinculados en las haciendas como peones o concertados. Justamente la presencia como trabajadores de indígenas de comunidad en las haciendas, sumado a la presión y ocupación de los mestizos sobre las tierras de los resguardos, facilitaron las medidas de la Corona que buscaron rematar las tierras de comunidad.

Los esclavos, finalmente, trabajaban en las minas, los trapiches, la agricultura y los oficios domésticos, y fue permanente su rebelión, sobre todo su fuga, ya fuese individual o colectiva. Los encomenderos, propietarios de tierras y minas, y los funcionarios públicos, criollos y españoles, respectivamente, formaban los grupos superiores. A mediados del siglo, el conflicto entre los dos grupos se incrementa; los primeros en demanda de poder político y los segundos tratando de imponer su ancestro puro para compensar su inferioridad económica.

CONFLICTOS SOCIALES EN EL CONTEXTO COLONIAL                                
Pese a que venían configurándose durante largo tiempo atrás, los conflictos sociales en el período colonial se concentran en la Nueva Granada principalmente en el siglo XVIII y fueron agravados por las reformas borbónicas. Entre 1750 y 1790 se generalizaron en todo el territorio las luchas de los esclavizados y el cimarronismo. Se organizaron palenques no sólo en la costa caribe, sino en Panamá, Chocó, Antioquia, Valle de Cauca, Cundinamarca y los llanos orientales. Entre los años señalados se dieron rebeliones de esclavizados en haciendas de los actuales departamentos de Tolima, Antioquia, Bolívar y Valle.Tampoco la inconformidad de los indios esperó a 1781, sino que se presentaron continuos motines como en Tuta (1752) o Cota(1779). De igual manera se dio la “rebelión de las alcabalas” en 1733, un levantamiento contra los impuestos al que siguieron: un motín en Vélez (1740), protestas por las alcabalas en Tunja (1765) y otro motín en Mogotes (1780). En diciembre del mismo año se presentó un alzamiento en Charalá, que es seguido en poblaciones vecinas.

sábado, 27 de febrero de 2016

LAS COLONIAS ESPAÑOLAS


España consideró la explotación y colonización de las Indias como un monopolio, realizado a través de la Casa de Contratación de Sevilla. En dicha oficina debían registrarse los nombres de todas las personas y las manufacturas con camino hacia América, y las materias primas y la plata que se traían del Nuevo Mundo. Los extranjeros debían estar representados por cónsules en Sevilla, o en su sucursal. Cádiz. 

Los genoveses gozaban de un trato especial. El mercantilismo limitaba la creación de manufacturas en las colonias para obligarlas a comprar en la metrópoli los tejidos y herramientas que necesitaban. Castilla poseía el monopolio de este comercio. Pero en Castilla, la despoblación, el exceso de burocracia y el peso de los impuestos habían arruinado las industrias pañeras, de la seda, de cuchillería, etc. Ya en el s.XVI, cuando florecieron, eran insuficientes. Para proveer a América, España necesitó comprar previamente al extranjero los artículos que debía vender luego (tejidos, papel, libros litúrgicos, naipes, etc.). Castilla se convirtió en simple intermediaria. Pronto los propios mercaderes portugueses, holandeses, genoveses, franceses y hanseáticos se establecieron en Sevilla y efectuaron directamente sus negocios. España efectuó su mercantilismo al revés que Europa. Exportaba a los países vecinos gran parte de su lana, mineral de hierro, las especias indianas, etc., y luego volvía a comprarlo ya elaborado. Se dieron leyes que gravaban fuertemente las importaciones, pero éstas fueron inevitables.

La avalancha de plata que invadió los reinos peninsulares en el s.XVI les hizo concebir una idea errónea acerca de su riqueza; y al no promocionarse el trabajo nacional, las adquisiciones de fuera y las soldadas de los ejércitos filtraron los doblones hacia las otras arcas. Como el oro se escapaba más rápido que llegaba, los reyes, desde Carlos I recurrieron a prestamistas. En el s.XVII sólo Madrid y Cádiz (sucesora de Sevilla) reflejaba el brillo de los metales preciosos.

Los Reyes Católicos consideraron a Sevilla la urbe más apropiada para monopolizar a través de ella el tráfico de Indias. Esta ciudad andaluza, a la que llegaban los barcos remontando el Guadalquivir, se convirtió en un emporio mercantil frecuentado por especuladores de toda Europa. En su época expansiva proliferaron en Sevilla las industrias navieras y la confección de artículos de lujo, especialmente de sedas. Su población se elevó a 150.000 h, y era, en el s.XVI, la primera ciudad de España. Pero su situación privilegiada devino particularmente crítica al acelerarse las desventuras económicas de los AustriasFelipe II y Felipe III recurrieron a la suspensión de pagos, a la devaluación de la moneda y al embargo de mercancías y tesoros indianos, recién llegados, y que pertenecían a particulares. Se produjo un colapso, y los antes beneficiados sufrieron el golpe más que nadie. Otras circunstancias agravarían la anemia sevillana. La primera que cada vez les costaba más a las naves subir Guadalquivir arriba, siendo tan fácil anclar en Cádiz. La segunda fue la terrible peste de 1649, que se llevó a unos 60.000 sevillanos, confiriendo un aspecto fantasmal a la alegre y colorida población. En cambio, Cádiz, que desde 1537 tenía sucursal de la Casa de la Contratación, fue atrayendo a los mercaderes y conquistando progresivos derechos de embarque. Así desbancó a Sevilla y acaparó el comercio indiano, hasta que en 1717 se realizó el traslado definitivo de la Casa de la Contratación a Cádiz y en Sevilla se estableció una sucursal.
Los precedentes de las compañías de navegación.
Institucionalizada la actividad naviera bajo mentalidad ministerial borbónica, no exenta naturalmente de influencia francesa, la nueva política española se materializa en la Real Pragmática de 5 de abril de 1720 refrendada por Miguel Fernández Durán que aprueba el "Proyecto para los Galeones y Flotas del Perú y Nueva España" y para navíos de registro y aviso que naveguen a ambos virreinatos, estableciéndose los días de partida de la flota, fijándose normas sobre la carga, regulándose los fletes y exigiendo los derechos de salida y entrada. Es evidente que ello responde a un replanteamiento total de la política naviera española en función especialmente de los progresos de la construcción naval, y los navíos de registro cuyas licencias proliferaron, fueron adquiriendo mayor volumen, hasta hacer redundantes los fletes y galeones. La otra medida adoptada este mismo año fue la de fomentar la industria naval española al decretarse que los buques dedicados a la Carrera de Indias tendrían que ser de construcción nacional -astilleros del reino- aunque también se permitió el tráfico colonial a las embarcaciones extranjeras propiedad de españoles con una mayor tasa arancelaria. Pero la marina mercante no podrá responder con firmeza al estímulo real hasta no ser liberada de las incautaciones por parte de la Armada.

La creación de compañías mercantiles privilegiadas, semejantes a las ya establecidas por Holanda, Inglaterra y Francia, podía sustituir con éxito el arcaico sistema de flotas y galeones utilizados en las comunicaciones con América que provocaban interminables demoras y encarecía extraordinariamente el transporte. Este al menos era el pensamiento de Patiño, su principal promotor, por lo que en 1728, bajo la presidencia del conde de Peñaflorida, se eleva al Rey un memorial con la petición encaminada a obtener su consentimiento para la constitución de una empresa naviera procedente de las líneas regulares españolas que unieran comercialmente los puertos del norte español a los de Venezuela. La nueva empresa se llamó Real Compañía Guipuzcoana de Navegación, siendo también conocida con el nombre de Real Compañía de Caracas, y obtuvo el monopolio del tráfico del cacao con facultad de reprimir su contrabando. Desde el primer momento los beneficios obtenidos por la Compañía fueron muy saneados y el número de sus buques aumentó considerablemente, sobre todo a partir de 1734 en el que se le permitió incrementar ilimitadamente los viajes comerciales a Venezuela. A mediados de siglo llegó a disponer de doce grandes embarcaciones para el tráfico oceánico, apoyadas por diecinueve guardacostas, pero este indudable florecimiento no se logró sin superar numerosas nuevas dificultades. 

Los acontecimientos internacionales entorpecieron su desenvolvimiento, ya que la guerra contra Inglaterra trastocó los planes de la Compañía que se vio obligada a cooperar con sus buques con la Armada Real, Pero el éxito de este primer ensayo capitalista de nuestras comunicaciones marítimas fue decisivo, ya que el precio del cacao se estabilizó, se anuló prácticamente el contrabando y como queda dicho, la Compañía repartió a la postre cuantiosos beneficios. El éxito obtenido por la Compañía de Caracas propició la creación en La Coruña de la Compañía de Galicia que intentó llenar el hueco de la desaparecida Compañía de Honduras, de poca fortuna como su predecesora y todavía en el reinado de Felipe hay que referirse a la Compañía de Comercio de La Habana, establecida por Real Cédula de 1740, a la que se le concedió el monopolio de las transacciones comerciales entre la Península y Cuba, con el compromiso de abastecer a ésta de manufacturas y géneros españoles y de importar a España productos coloniales, muy especialmente tabaco y azúcar. En el reinado de Fernando VI se accedió a la petición de un grupo de comerciantes catalanes y fue autorizada en 1775 la Real Compañía de Comercio de Barcelona, que ejercía el monopolio del comercio de la isla de Santo Domingo, Puerto Rico y Margarita, y ya bajo la égira de Carlos III se expidió la Cédula de establecimiento de la Compañía de Filipinas (1785) que provocó reacciones encontradas con críticas y aplausos (Jovellanos y Foronda) por los privilegios que conllevaba para la introducción de productos foráneos a territorios españoles.

Prosiguiendo el proceso de desarrollo de la recuperación del poder naval y el asentamiento de la marina mercante, iniciado por Patiño, su sucesor José de Campillo y Cossío logró avenir a los Borbones franceses y españoles mediante la firma del segundo Pacto de Familia en cuyo artículo 11 se decía "que habiendo expirado el tiempo por el que se le concedió a Inglaterra el asiento de negros por el tratado de Utrech, no volvería a otorgársele este privilegio que en adelante sólo concedería el rey a sus vasallos, por haber demostrado la práctica cuál perjudicial era para España que se ejecutase ese tráfico por otra nación". De este modo España venía a nacionalizar laactividad negrera para lo que iba a precisar un mayor potencial naviero, aunque el mismo no fuera para enorgullecerla precisamente. Con mejores auspicios, otro ilustrado, Jerónimo de Ustariz, traza un plan comercial para robustecer las comunicaciones marítimas con una reorganización racional del sistema de flotas y galeones de mayor fluidez y eficacia, proponiendo al rey desempeñar el erario "para que este noble imperio disfrute en substancia y robustez que por su falta de comercio y de marina mercante le usurpan lastimosamente otras naciones".

Con tal fin propone una serie de medidas desgravatorias del comercio de Indias, pero lo que determina exactamente el creciente despliegue comercial de la época es obra de Campillo, con el "Nuevo sistema de gobierno económico para la América" escrito en 1743, de donde surgió entre otras cosas el establecimiento de un servicio regular de correos marítimos y la restricción e incluso supresión del monopolio portuario gaditano en lo referente al tráfico de Indias, opinión sostenida igualmente por otros economistas. Durante el reinado de Fernando VI -el primer Borbón autóctono- prosiguen los intentos renovadores de una coherente política marítima. Buena parte de ello habrá que adjudicárselo a un ministro tan capaz como el marqués de la Ensenada, aunque también influirán en el ánimo del rey pacifista, las ideas del economista Bernardo Ward sobre el comercio americano (reproducción del pensamiento de Campillo) que en lo esencial coincidían con las "noticias secretas" de Ulloay Jorge Juan. Se produjo también el final del sistema de flotas y galeones para Nueva España, como antes lo había sido el de Tierra Firme, y la suspensión de esta línea fue compensada por la mayor implantación de navíos de registro que realizaban la navegación entre España y sus territorios de ultramar aisladamente y sin seguir las rutas de sus flotas. En 1748 se intentó liberalizar el comercio indiano habilitando a varios puertos españoles para la navegación de América, pero la reacción de los comerciantes gaditanos fue tan violenta que el proyecto fue suspendido. De todos modos con Ensenada se continúan y mejoran la serie de innovaciones iniciadas por los ministros del reinado anterior y se fomentan de múltiples formas todas las facetas de la actividad económica, aunque el sector marina mercante no sea el más favorecido. Pero es evidente que la preocupación por las Indias y el comercio -como ha escrito Comellas- prevalece definitivamente, y así cuando al promediar el siglo y tras la paz de Aquisgrán, se pasa del concepto del equilibrio europeo al equilibrio mundial, el papel de España en el juego de las potencias se revaloriza de un modo extraordinario, por la sencilla razón de que se siguen poseyendo unos inmensos y apetecidos territorios ultramarinos.

La política marítima de Carlos III

En el reinado de Carlos III (1759-1788), cuya política marítima va a estar determinada por condicionantes coyunturales, se asume el más alto grado del reformismo borbónico con la del movimiento ilustrado, que comporta la madurez del siglo. Como ha escrito González Climent, hasta la llegada del tercer Carlos al trono, los servicios españoles con las Indias habían recorrido un amplio espectro que iba desde "el cazador furtivo" de finales del siglo XVI y principios del XVII, hasta las flotas de galeones, pasando por los navíos de permisión y continuando con los de aviso y registro, siendo éstos los que sacaron mayor ventaja a la situación. Pero Carlos III frente al panorama de Indias enderezó sus miras, no tanto con el criterio paternalista vigente hasta entonces, sino con una visión más fría y positivista entre estatal y burocrática. En 1763 creaba la Junta Interministerial integrada por los ministros de Estado, Hacienda e Indias, además de una Junta Técnica de especialistas, en esfuerzos tendentes a la radicación de un objetivo básico de la política española: la garantía y seguridad de sus Indias. Y al tiempo que se decide impulsar la construcción naval con intención de fortalecer la Armada, se adoptan una serie de disposiciones respecto del futuro de América, entre la que no es la de menor importancia, una más restrictiva regulación impositiva, aspecto este que los anteriores Austrias no habían asimilado en toda su importancia. De igual modo el Consejo de Indias sigue perdiendo jirones de su pasada grandeza, reflejada transitivamente en laCasa de la Contratación. Las reformas emprendidas por Carlos III en el sistema de comunicaciones trasatlánticas tienen una gran importancia.

Servicios marítimos regulares:
De la nueva máquina administrativa que se dispone para América, surgirá una iniciativa considerada como auténtica revolución en la actividad naviera del mundo: los servicios regulares sobre itinerarios fijos y con fechas precisas de salida. En 1764 se promulgó el "Reglamento Provisional que manda S.M. observar para el establecimiento del nuevo correo mensual que ha de salir de España a las Indias Occidentales". Tras este título tan largo como la distancia marina a la que se refería, se fijaban los requisitos para el buen quehacer del navío-correo que debía zarpar el primer día de cada mes del puerto de La Coruña con destino a 
La Habana, pero con escalas en Santo Domingo y Puerto Rico. En la terminal de La Habana se concentraba todo el correo que afluía de Nueva España, Tierra firme y Perú, transportados en balandras procedentes de Veracruz, Cartagena de Indias y Portobelo, para que pudiese emprender el viaje de regreso, esta vez desdeLa Habana a su puerto originario sin escalas intermedias. La repercusión más acusada sobre las actividades marítimas comerciales de la época ilustrada surgió de la Real Instrucción de 16 de octubre de 1765 que autorizaba las salidas y llegadas directas desde los puertos españoles de Santander, Gijón, La Coruña, Málaga, Cartagena, Alicante y Barcelona, -además de los ya favorecidos de Sevilla y Cádiz- hacia las islas de Barlovento, Trinidad, Margarita, Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba, incrementándose más tarde la relación de puntos de partida con la inclusión de las Canarias (1772) y destinos americanos como Luisiana (1768), Campeche y Yucatán (1770), Santa Marta (1776). En febrero de 1778 se autorizó la navegación libre a los virreinatos de Perú, Chile y Buenos Aires desde los citados puertos españoles y la pragmática del 12 de octubre de 1778, además de fijar un reglamento y aranceles reales para el comercio con las Indias, aumentaba el número de puertos hábiles para su ejercicio. Este año considerado como clave en las relaciones comercialeshispanoamericanas, más de doscientos navíos tocaban en La Habana. Este servicio de navíos-correo se creó en base a una empresa naviera estatal llamada "Correos Marítimos", cuya administración se confió a la Real Renta de Correos de España e Indias, y cuyos ingresos se formaban con fletes de la correspondencia y las cargas, además del transporte de pasajeros.

Nueva política fiscal:
Estas medidas reformadoras del monopolio comercial responden al intento de obtener una mayor flexibilidad en los ingresos fiscales del Estado para hacer frente a los cuantiosos gastos que ocasionan la defensa costera de la España peninsular y las Indias y el empeño del monarca en crear una poderosa flota de guerra. Con las medidas de liberalización portuaria se observa un espectacular aumento del volumen comercial, pero no hay que olvidar que van acompañadas por una unificación impositiva que apuntaba a la simplificación de tan difíciles recaudaciones. Restablecía con ello y en cierto modo, Carlos III, el equilibrio propugnado por los 
Reyes Católicospara la Marina Mercante, aunque la guerra entre España e Inglaterra vuelva a dejar en suspenso el brillante desarrollo del comercio marítimo. El reglamento de 1778 vino acompañado de un fuerte incremento en la presión fiscal sobre el tráfico mercantil entre España (Península) y sus dominios americanos, pero de todas formas es una normativa de evidente proteccionismo, ya que dispone que todas las naves empleadas en este comercio han de pertenecer únicamente a españoles y deben ser de construcción nacional. Y contempla igualmente otra serie de disposiciones que no le van a la zaga. Se tratará en realidad de un "comercio libre" protegido en un doble sentido: en cuanto al diferencial de los derechos de entrada y en cuanto al servicio naviero preferencial. La guerra archivaría después la nueva política naviera y comercial que pasó a ser reemplazada por las habituales medidas de emergencia combinadas con otras cuya aparición no era deseada, y aunque más tarde vuelve a observarse un aumento del tráfico comercial de la metrópoli con sus posesiones ultramarinas, la realidad es que el nivel de intercambios sigue bajo, ya que no existía una capacidad suficiente en la Península como para abastecer de forma competitiva el mercado americano. (José Cervera Pery)

LA DESCOLONIZACIÓN

CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS DE DESCOLONIZACIÓN.
Proceso histórico iniciado a mediados del s. XX, mediante el cual las colonias de los imperios europeos logran su independencia Fue un fenómeno político, porque casi todas las colonias mantuvieron la dependencia económica Fue un proceso rápido, apenas duró 30 años (entre 1950 y 1980) Significó la aparición de nuevos estados (En 1945 había en la ONU 45 estados miembros y en 1980 había 154 Los procesos de descolonización tuvieron formas diferentes: desde los acuerdos hasta el enfrentamiento violento En la actualidad, todos estos países descolonizados forman el Tercer Mundo o países subdesarrollados.

El proceso de descolonización constituye uno de los más decisivos factores de la configuración de una nueva realidad histórica en el panorama global de la época actual, y ha dado origen no solo a un nuevo Tercer Mundo, con una dinámica interna propia, sino también a una serie de cuestiones y problemas que se proyectan directamente en el plano de la historia universal.
Es por ello una tarea no solo posible, sino necesaria, emprender descripciones históricas de la primera fase de este naciente Tercer Mundo, que constituye el campo problemático más reciente del siglo XX, y a la vez quizá el mas importante para el futuro de la historia actual.

FACTORES DE LA DESCOLONIZACIÓN
La descolonización tiene como consecuencia la independencia, pero esta, sin embargo, no se alcanza en muchos países de una forma completa, pues aunque la mayoría consigue su soberanía política, los lazos que les unen al pasado colonial quedan profundamente estrechados, manteniéndose una dependencia social, económica y cultural que condicionan su posterior desarrollo cayendo en una nueva modalidad de colonialismo.

FACTORES INTERNOS
El crecimiento demográfico:
 La mayoría de los países en vísperas de su revolución contaban con unos efectivos demográficos muy elevados. Las altas tasas de natalidad, típicas en los países poco desarrollados, vieron descender sus tasas de mortalidad debido a sus mejoras higiénicas y médicas que habían aportado las potencias coloniales. Se producen grandes corrientes migratorias hacía las grandes urbes. Este incremento urbano sirvió de cohesión y acercamiento a los problemas y a la vez de difusión de ideologías y actitudes hostiles a la presencia colonial.

Transformaciones económicas y sociales
La introducción de economías especulativas y de nuevos sistemas de intercambio en las colonias, trajo como consecuencia la destrucción de los anteriores sistemas de subsistencia, a la vez que situaba a gran parte del planeta en un circuito comercial internacional que se definiría como de “intercambio desigual” al desequilibrarse claramente a favor de los colonizadores.

Para obligar a trabajar a las poblaciones dependientes en los productos o en los sectores que interesaban a Europa, y para procurarse mano de obra en las condiciones más ventajosas, se utilizaron todo tipo de coacciones y trucos, desde impuestos a pagar en jornadas de trabajo, hasta trabajos forzados, e incluso, a pesar de estar prohibido, la compra de esclavos.

Cambios culturales e ideológicos
Las nuevas formas de vida eran el testimonio del abandono tanto de sus agrupaciones tradicionales en clanes de familias o religiosos, como de sus instituciones y costumbres. Las sociedades coloniales soportaron el proceso de aculturación, es decir, la implantación de las formas de pensamiento y los valores surgidos en Occidente. Ante el choque producido por la presencia extranjera, gran parte de la población buscó una huida refugiándose en sus mitos.

Los círculos ilustrados indígenas, pertenecientes a la burguesía, iban aumentando con la extensión de la enseñanza occidental. Esta minoría ilustrada, sin embargo, aprendió de Occidente, bien la manera de prosperar dentro del sistema establecido, o bien la de utilizar sus enseñanzas en su contra en el momento oportuno, siendo, por tanto, los principales animadores de los movimientos nacionalistas e independentistas.

Los movimientos nacionalistas y sus líderes
Para tener éxito en las metas propuestas, es decir, para que las distintas aspiraciones y movimientos nacionalistas pudieran alcanzar la independencia respecto de sus naciones dominadoras, fue necesaria la presencia de líderes que dotaran a estos movimientos de un programa político y una autoridad moral que, fácilmente comprendidas por las masas, calaran en sus pensamientos y les llevaran a perseguir su puesta en práctica.

FACTORES EXTERNOS

La crítica anticolonial
La oposición al régimen colonial nace casi desde los comienzos de la colonización europea, incrementándose luego a medida que el mundo occidental tuvo un mayor acceso a las libertades. Desde dentro del socialismo se condena el principio de implantación de un pueblo sobre otro.

La actitud de los intelectuales y de los círculos religiosos
La acción misionera denuncia los abusos y sometimientos de las poblaciones indígenas, sería a través de las encíclicas como “Pacem in Terris“ promulgada el 11 de abril de 1963 por Juan XXIII o la de “Populorum progressio” el 26 de marzo de 1967 de Pablo VI, en las que se apoyaban más decididamente la causa de la emancipación.
     
Durante el período de entre guerras surge el apoyo de los intelectuales y políticos, como los que en 1927 integraron la Liga contra el Imperialismo, esta celebró su Primer Congreso en Moscú, con la participación de delegados procedentes de los territorios sometidos.
Mucha más incidencia tendría posteriormente la actitud de ciertos presidentes norteamericanos, como Wilson o Roosevelt, que se convirtieron en defensores de la causa de la libertad y de la emancipación de los pueblos.

La condena del socialismo: Desde los comienzos del movimiento socialista, se hicieron patentes las discrepancias; si bien los principios del socialismo eran incompatibles con la práctica colonial, no faltaron los que veían en el colonialismo el caldo de cultivo para ulteriores revoluciones socialistas. Otros veían que, a pasear de todo lo malo, el colonialismo podría resultar ventajoso para los sometidos.

Durante las dos guerras se transmitió a las colonias una imagen muy alejada de la próspera Europa que se quería haber transmitido: los enfrentamientos y las discrepancias entre los colonizadores. Los contactos entre colonia-metrópolis acentuaron el conocimiento de las tremendas diferencias, haciendo cada vez más patente lo que les separaba. Los esfuerzos a que las colonias se vieron sometidas para apoyar a las metrópolis vinieron seguidos de compensaciones (Asambleas legislativas) vía por la cual los nativos accedieron a los círculos de decisión política. El posicionamiento de USA y URSS, a partir del ’45, contrarios a la práctica colonial aparece en pleno proceso descolonizador, acelerándolo; pero no olvidemos los intereses que ambas potencias tienen (Guerra Fría).

La Sociedad de Naciones no desarrolló demasiados temas relativos al colonialismo debido a su parálisis, lo más relevante fue la creación de los mandatos como nueva figura jurídica; se trataba de desposeer a Alemania repartiendo sus antiguas colonias al tiempo que consolidaba y aumentaba la presencia de las viejas potencias (bajo una apariencia de vía hacia la independencia). La ONU recogió en su Carta un sistema ( la administración fiduciaria) que no deja de ser una forma de tutela colonial. El sistema se basaba en el derecho de los pueblos a acceder al régimen jurídico que deseasen y la necesidad de unas condiciones previas (económicas, culturales, políticas…) para poder ejercitar plenamente esos derechos. Con el tiempo la ONU fue haciéndose más y más portavoz de la causa descolonizadora; en la Declaración sobre la Independencia de los países y pueblos colonizados (1960) la ONU cambia de rumbo, enfrentándose al colonialismo, al que tacha de “mal absoluto”. No debemos olvidar un nuevo factor descolonizador: el aopyo que a los procesos en inicio prestan los países que ya han accedido a la independencia; se trata de un movimiento de solidaridad que alcanza su cenit en la CONFERENCIA AFRO-ASIÁTICA DE BANDUNG (1955. Isla de Java, Indonesia). Un año antes, los países ya independizados, encabezados por Ceilán, India, Pakistán, Indonesia y Birmania establecieron una serie de objetivos para esta conferencia.

·         Favorecer las relaciones amistosas entre las naciones africanas y asiáticas.
·         Examinar los problemas (económicos y sociales) de los países asistentes.
·         Analizar lo relativo a la soberanía nacional, racismo y colonialismo.
·         Valorar la posición de África y Asia en el contexto mundial.
·         La conferencia estuvo presidida por el Presidente de Indonesia (Ahmed Sukarno) que junto con Nehru (India) fueron los padres de la idea. La presencia de delegaciones fue más asiática que africana. Paralelamente Europa se posicionó temiendo agitaciones (los líderes independentistas y los “revoltosos” fueron encarcelados).

PROCESO DESCOLONIZADOR: RASGOS, ETAPAS Y ÁREAS
Según M. Madridejos la descolonización pacífica implicó la alianza o el entendimiento del poder colonial con la burguesía autóctona (cuando la hubo) o con los jefes tradicionales o con algún líder carismático. Concediendo la independencia las potencias pretendían encontrar otra vía más sutil de dominación. Esta es la vía aplicada en casi toda el África negra.

El poder colonial provocó divergencias entre las fuerzas de la colonia a fin de imponer mejor sus condiciones o de asegurarse una permanencia en la zona. Este sería el caso de la partición de la India, basada en el fanatismo religioso excitado por la metrópoli para debilitar al partido del Congreso.

Cuando la independencia fue reclamada por un movimiento popular que podría hacer cambiar al nuevo país de bando, la guerrilla o la guerra abierta fueron fenómenos corrientes. Estos fueron los casos de Malasia, Indochina y Argelia.
En zonas donde los conflictos civiles estaban presentes, las metrópolis se aliaron con los bandos más nacionalistas conservadores y no dudaron en respaldar a regímenes dictatoriales. Casos de Filipinas, Vietnam y Corea del Sur.

ETAPAS DEL PROCESO DESCOLONIZADOR.

Durante la Primera Guerra Mundial y el posterior período de entreguerras los territorios del Oriente Medio y del Sur del Mediterráneo fueron los más afectados. El avance de la oposición a la presencia europea en los países musulmanes creció, pero la desunión en el seno islámico propició la creación de nuevas formas de dominación (protectorados…) en la zona. Incluso países ya independientes (Irán, Afganistán, Turquía…) fueron víctimas de la intromisión francesa o británica en sus asuntos internos.

Tras la Segunda Guerra Mundial se abre el proceso descolonizador en toda su magnitud, siendo Asia la zona en la cual el proceso, ya abierto pero no concluido desde el XIX; aquí y ahora se escapa al control europeo y norteamericano. En Asia, según J. Chesneaux debe tenerse en cuenta la acción de los grupos y partidos nacionalistas, generalmente conservadores, y en la que suele darse dos tendencias: una de organización casi secreta (caso del Kuomintang chino), y otra que se constituye en “comité de notables” (Caso del Partido del Congreso, de la India). El movimiento nacionalista se debe entender como el “conjunto de manifestaciones políticas, sociales y culturales que expresan las aspiraciones de un pueblo en su liberación”. Los partidos políticos que dirigen estas actuaciones buscan, no solo la independencia, sino también una transformación social. Esta mezcla de intereses se dio mucho en el caso de Asia.

Japón había ejercido sobre su entorno el principal papel imperialista. Su desarrollo económico la había convertido en la principal potencia asiática. Japón ejerció en su entorno un efecto deslumbrante. China y su revolución supuso un acicate para la insurrección y para la difusión de ideas comunistas en Asia, aunque de un comunismo adaptado que hacía imposible la existencia de un socialismo no revolucionario.

India vio como el nacionalismo, existente desde antes, cobraba vida durante la Primera Guerra Mundial , acto que coincide con la labor de Gandhi. Durante el periodo de entreguerras la actividad fue creciendo, apoyada por dos corrientes: el Partido del Congreso y la Liga Musulmana; las diferencias entre ambas acabaron dando pié a la aparición de dos países diferenciados en lo religioso: India y Pakistán.

En África la presencia europea se prolonga hasta pasada la 2 G.M. En 1975 prácticamente la totalidad del continente es independiente. El proceso abarca tres periodos:

1945-1955: época de los tanteos. Los partidos nacionalistas empiezan a contar con el apoyo de las masas.

1955-1962: época de la independencia de la gran cantidad de países. . Comenzó en el Norte.

1962-1980: Se consolida el proceso. 1975 es el año de conclusión de la descolonización.

La independencia de África, como se observa, comenzó también por los países musulmanes, aunque en Africa es más tardía que en África. Aquí el anticolonialismo, además de mostrarse antirracista y nacionalista, se ha orientado frecuentemente hacia el socialismo, que se define en esta variante africana como humanista, no dogmático y basado en el carácter religioso del africano. En el África negra, Reino Unido dio luz verde a los procesos independizadores a partir de la 2ª G.M., basándose en la experiencia asiática, ya que podía ofrecer una institución de acogida (Commonwealth). El África francesa, basada en el concepto de asimilación, había creado la Unión Francesa (equivalente al órgano británico); en el seno de esta institución fueron creciendo los partidos nacionalistas. En el ’58 se creó la Comunidad Francesa para regular las nuevas relaciones.

En 1960 se independiza la práctica totalidad de las colonias francesas. El Africa Belga comienza a plantearse tímidamente el proceso en plena efervescencia de los ’50s; tras problemas Bélgica reconoció rápidamente la independencia en 1960. Las colonias españolas y portuguesas : tras su entrada en la ONU España cambia su política y provincializa las colonias africanas para, poco después, otorgar autonomías que desembocan en independencia ( Guinea : 1968) o cesión a otros países (Ifni a Marruecos 1969) o ceder la zona a varios vecino (Sahara 1975). Portugal fue el país europeo más tardío en otorgar independencia a sus colonias: la revolución de los claveles (1974), propiciada por el descontento sobre política colonial, aceleró pacíficamente el proceso.
  
EL TERCER MUNDO LOS PROBLEMAS DEL SUBDESARROLLO.

La plena soberanía alcanzada por las naciones tras la independencia no ha supuesto para la inmensa mayoría de ellas una mejora en las condiciones de vida de sus habitantes. La evolución de muchos países se ha visto frenada por conflictos que son consecuencia de una inestabilidad estructural. A menudo se han sucedido enfrentamientos y golpes y contreagolpes de estado, fruto de los partidos políticos que sirvieron en su momento de catalizadores de la independencia. La tendencia al “partido único” ha sido algo a lo que pocos países se han sustraído, justificando así las dictaduras militares y los gobiernos revolucionarios. Los ejércitos han desempeñado frecuentemente un papel protagonista, aunque frecuentemente se ha visto diviidido entre una mayoría de soldados analfabetos y una minoría de oficiales aculturados y ligados a la modernidad. Conflictos fronterizos y étnicos como los presentes de Centro-África vienen a completar este panorama.

 El Neocolonialismo
Según el Prof. Arroyo se trata de “el dominio o influencia de las grandes potencias sobre países políticamente independientes, para asegurarse la explotación de sus recursos económicos y su fidelidad diplomática. Como el colonialismo, es otra forma de imperialismo, pero, a diferencia de aquel, no violenta, al menos teóricamente, las instituciones soberanas del país dominado; solo se asegura el control económico”. No se trata de algo nuevo, ya lo practicó USA en Sudamérica durante el XIX. Se trata de mantener las ventajas económicas, los mercados y los proveedores de materias primas pero sin ninguno de los inconvenientes de sistemas anteriores.

 El Subdesarrollo.

El término intenta definir algo que solo puede explicarse por la carencia de algo ajeno. No podemos decir que sea una situación igual en todos los países que así catalogamos, pero sí que presentan rasgos semejantes. Términos anexos a este son los de “País en vías de desarrollo” (el fenómeno visto desde el lado economicista) y “Tercer Mundo / No alineados” (visto desde la perspectiva política). El subdesarrollo se manifiesta a través de una serie de rasgos y características; según el prof. Y. Lacoste , catorce son las características:


Insuficiencia alimentaria (menos de 2,600 calorías/día).   

Graves deficiencias en la población (altas tasas de mortalidad infantil, analfabetismo…).

Infrautilización o desaprovechamiento de recursos naturales.

Elevado índice de agricultores con baja productividad.

Industrialización incompleta o restringida.

Hipertrofia y parasitismo del sector terciario.

Dependencia económica.

Baja renta per capita.

Dislocamiento de las estructuras tradicionales económicas y sociales.

Escasa integridad nacional.

Debilidad de las clases medias en relación con el reducido porcentaje de población urbana.

Paro, subempleo y trabajo infantil.

Elevado crecimiento demográfico.

Toma de conciencia de su estado.
Desde los años ‘50s los países económicamente desarrollados han venido sosteniendo líneas de apoyo a los subdesarrollados; desde los últimos tiempos estas se muestran insuficientes y aparecen voces contrarias a una recuperación artificiosa de estos países que solo acrecentaría las desigualdades: la deuda externa; la solución, parece estar, en lo que algunos han dado en llamar el comercio justo. Aunque este es un problema que atañe directamente a los países desarrollados, que se convierten día a día en la meta de la emigración de los no-desarrollados; parece no encontrarse una solución al problema…. Por ahora.

ORIENORITE PRÓXIMO

Los países árabes: descomposición del Imperio Turco.-
Después de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Turco desaparece. Los ingleses y franceses pasan a tutelar la zona, mediante protectorados. Los países árabes van poco a poco adquiriendo la independencia en el Período de Entreguerras. El protectorado es una forma de dominio colonial. La colonia no pertenece a la metrópoli. Es un régimen en el que la metrópoli dirige la política exterior. La política interior es dirigida por un gobierno indígena.

La creación del estado de Israel 
La creación de este estado en 1948, con apoyo de la ONU, ha originado una fuente de conflictos provocados por las rivalidades árabe-israelíes.
Desde principios del siglo XX, la población judía comienza a trasladarse a este territorio, por la tradición. Esta tendencia continúa hasta la SGM. Después de ella, el mundo, que conoce el holocausto judío, apoya la creación del Estado de Israel, para dar una patria a los judíos. Se crea en 1948 y va a ser una fuente de conflictos con los árabes.
Egipto, Irak, Líbano, Yemen, Siria, Arabia Saudita y Transjordania forman la Liga Árabe, que se enfrenta en una guerra a Israel. Pero Israel, al contar con el apoyo de EE.UU. está en superioridad y vence, ampliando sus territorios.
Hubo varios enfrentamientos más. El consejo de seguridad de la ONU se reunió varias veces y redactó resoluciones, ninguna de las cuales fue nunca cumplida por ningún bando, hasta los años 90. Los árabes se sentaron a negociar porque se les acabó el apoyo soviético.

El Tercer Mundo y el movimiento no alineado
Las colonias consiguieron la independencia. Ahora, siendo ya países, tienen muchos problemas. Son independientes políticamente, pero sufren una dependencia económica, que les hace pasar por serias dificultades. Tienen problemas sociales y políticos internos: se dan rivalidades y enfrentamientos entre distintas religiones o etnias, que llevaron muchas veces a regímenes militares dictatoriales.
El término Tercer Mundo se impuso como una forma de designar a todos aquellos países que, por encima de su adscripción al bloque occidental y soviético, se identifican con situaciones de dependencia, pobreza o subdesarrollo.

En los países tercermundistas va a nacer un movimiento que pretende dar una tercera opción, sin adherirse a ningún bloque. Es el movimiento no alineado o de no alineación. Fue impulsado por los líderes independentistas.

Estos líderes convocaron una reunión, la conferencia de Bandung, que reunía a los líderes de países del Tercer Mundo. Esta conferencia intenta recuperar la dignidad de estos países. En el acta final de esta conferencia, se defiende la independencia de los pueblos y la igualdad de las naciones; se rechaza el intervencionismo de las grandes potencias y todas las presiones que puedan ejercer; se defiende el pacifismo como forma de resolver los problemas y se reconoce la necesidad de ayuda para los países subdesarrollados.

 
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