
Clase 01-02/2016
Durante buena parte
del siglo XX, y sobre todo a
partir de la reforma financiera de 1923 elaborada por la Misión Kemmerer,
la economía ha figurado como una de las cuatro más sólidas de América
Latina,después de Brasil, México y Argentina. Salvo algunos
intervalos en el siglo XIX, Colombia se ha mantenido al día en el
servicio de la deuda externa, incluso en la década de los ochenta -la
«década perdida»- en que la crisis de la deuda devastó aún más la mayoría de
las economías latinoamericanas.
En esta década perdida, la
economía colombiana mantuvo su crecimiento en un promedio del 5 % anual. En
el periodo de las grandes inflaciones y de las hiperinflaciones, que vino
después de la Segunda Guerra Mundial y que duró cerca de cuarenta
años, la economía colombiana mantuvo niveles de inflación tolerables, siendo el
más alto el 36 % anual, a principios de la década de los setenta.
Al entrar los noventa,
se inició un nuevo periodo económico conocido como Apertura, que
buscaba insertar al país en el proceso de globalización económica y como parte
llamado Consenso de Washington (1989). La recesión mundial, destacada por la
globalización y por la crisis de los países asiáticos, ha causado estragos
en América Latina y afectado de manera grave a Colombia. Si bien
se ha logrado la meta de reducir la inflación a un dígito, los índices de
desempleo, pérdida de poder adquisitivo, caída de la producción y del sector
agropecuario, señalados por el DANE para 1999, son muy
desfavorables. Sin embargo, para los tres primeros meses de 2000, se
estimó una reactivación del 6 % en la producción
industrial. En 2014 el desempleo en Colombia es de un dígito.
El Fondo Nacional de Café
En 1940, el Fondo Nacional del Café se define como una cuenta de naturaleza parafiscal (según la constitución de 1991) cuyo objetivo prioritario es contribuir a la estabilización del mercado cafetero. Los ingresos corrientes del fondo provienen de la venta del café, que a su nombre realiza la Federación en el interior del país y en el exterior; la remuneración por servicios que preste; los originados en impuestos y contribuciones, y los provenientes del rendimiento de las distintas inversiones, incluidas las financieras. La vigilancia del control fiscal está a cargo de la Controlaría General de la República.
Los objetivos básicos del
Fondo nacional del Café son tres: a) intervenir en el mercado
cafetero nacional y del exterior con el propósito de promover el consumo de
café colombiano, regular la oferta y demanda de café y buscar un
régimen estable de precios internos, adecuado a los requerimientos de la
industria cafetera nacional y al manejo macro económico del país, mediante el
ordenamiento de la producción, de la comercialización interna y externa, y la
retención de los excedentes no exportables; b) contribuir, mediante la
utilización de sus recursos, al cumplimiento de los pactos internacionales que
en materia de café suscriba al Estado, y c) promover y financiar programas
de investigación científica,
extensión, diversificación, educación, salud, cooperativismo,
bienestar social y demás que contribuyan al desarrollo, fortalecimiento y
defensa de la industria cafetera colombiana y al equilibrio social y económico
de la población radicada en zonas cafeteras.
El café se cultiva,
preferencialmente, en terrenos entre 1300 y 2000 m de altitud. Sus plantaciones
ocupan en la actualidad más de un millón de hectáreas con una producción anual
de unos doce millones de sacos. Los principales departamentos productores
de café son Huila, Antioquia, Tolima, Caldas, Valle
del Cauca, Cauca, Risaralda, Santander, Cundinamarca, Nariño, Quindío, Norte
de Santander, Cesar, La
Guajira, Magdalena, Boyacá, Meta, Casanare y Caquetá.
En 1983, las exportaciones ascendieron a 8 990 859 sacos de
sesenta kilos. Los principales países compradores de café colombiano
son Estados Unidos, Alemania, Japón,Holanda, Suecia y
la Unión Europea. A marzo del 2000, el precio del café colombiano en
la bolsa de Nueva York era de US$ 1.19 por libra. En enero de
1999, el eje cafetero quedó devastado por un terremoto. La mayor parte de las
fincas cafeteras fueron destruidas o semidestruidas.
Sin embargo, en marzo de
2000, se conoció una noticia sorprendente: «Por primera vez en su historia,
Colombia, el segundo productor mundial de café, para atender la demanda interna
y algunos pedidos externos, tendría que importar el grano debido a la
precariedad de sus últimas cosechas. La importación se haría efectiva a partir
de 2001, o antes, si las cosechas no mejoran. Los posibles vendedores
serían Ecuador, Perú y Centroamérica».
Producción y precios
Hacia 1960, Colombia era,
después de Brasil, el segundo productor mundial de café de todas las
clases, con 892 547 hectáreas cultivadas y 578 041 toneladas de
producción, equivalentes a 5 937 749 sacos y a una exportación por valor de $2
124 492. En ese momento, el precio del grano en Nueva York era de US$
0.43 la libra de cuatroscientos sesenta gramos. Sin embargo, en aquella época,
los países productores de café empezaron a vivir tiempos difíciles debido a las
nuevas siembras de café en África, producido a bajísimo costo. (Factores
Colombianos, 1962). Ello obligó a los países productores a suscribir un
pacto mundial cafetero con el propósito de regular la producción y evitar que
un exceso del grano en el mercado produjera una caída dramática de los precios
internacionales. El pacto mundial cafetero se rompió a finales de los ochenta.
Hoy, los países productores de café pasan de cincuenta, de los
cuales Brasil, Colombia y México son los principales,
con el 53% de la producción mundial.
Producción y exportación
Colombia exporta actualmente
alrededor de 560 000 toneladas al año, que equivalen aproximadamente al
85 % de su producción. La principal bolsa internacional de negociación de
este producto es Nueva York. Café sin tostar sin descafeinar, que corresponde
a café verde sin descafeinar, representa contundentemente el 99,64 % del
total de las exportaciones de ese producto. Sin embargo, vale la pena mencionar
que hay otros dos productos: café sin tostar descafeinado
y Café tostado sin descafeinar molido.Estados
Unidos, Alemania y Japón son los principales compradores de
café verde con una participación de 64 % en el total exportado por
Colombia, seguidos en orden de importancia
por Canadá, Bélgica y Luxemburgo, Holanda (Países
Bajos), Francia, Suecia, España, Italia y Reino
Unido. En relación con las exportaciones de los otros dos productos, los
principales compradores del café sin tostar y sin descafeinar son Estados
Unidos (74 %) y España (22 %); los de café tostado sin descafeinar
molido son Francia (40 %) y Estados Unidos (17 %). Las exportaciones
a Francia y a España tienen importantes tasas de crecimiento positivas.
Actividad Agropecuaria

Razas
En la primera mitad del
siglo XX, la ganadería colombiana efectuó provechosos cruces de ganado criollo
con razas nobles europeas y estadounidenses, como Holstein, Normando, Red
Poll, Pardo Suizo, Shorthorn, Charolaise, Aberdeen-Angus, Guernser, Jersey, Lincoln, Cebu, Santa
Gertrudis, lo cual permitió que la calidad del ganado colombiano aumentara de
peso y carne. Los estimativos de cabezas de ganado vacuno llegaron a 24 475 482
y se calcula que alcanzaron los 32 millones cabezas en 1999. El total de
cabezas de ganado caballar, mular, asnal, porcino, ovino y caprino era,
en 1961, de 6 millones; para 1999, el cálculo es del triple de esa cifra, es
decir, 18 millones de cabezas.
En Colombia hay cerca de 41
millones de hectáreas en pastos, de las cuales el 35 % se utiliza en
ganadería, la mayoría de tipo extensivo. Los valles del Sinú y San Jorge, y las
sabanas de Bolívar, Sucre, Magdalena y Cesar son
las regiones de mayor concentración ganadera.
La explotación y crianza
de ganado vacuno, se efectúa en fincas pequeñas y en grandes haciendas,
con las siguientes razas: en Antioquia y el Viejo Caldas, la blanco orejinegro,
productora de leche y originaria de España; en el Valle del Sinú, la romo
sinuano, productora de carne; en las regiones llaneras de San
Martín y San Juan de Arama, la san martiniana, productora de carne y
leche; en Córdoba y Bolívar, la Ayapeleña, productora de carne y
leche. En la sabana de Bogotá y en los valles de los ríos Sinú y
Cauca, pastan los más finos y hermosos ejemplares de razas seleccionadas. En
los últimos quince años, la crianza del ganado porcino ha tenido un incremento
del ciento por ciento debido al aumento del consumo, lo que dado impulso a una
floreciente industria tecnificada y a la creación de numerosas fincas
productoras y abastecedoras.
La Deuda Externa
Factor que ha pesado casi
siempre en forma negativa sobre el desarrollo de la economía colombiana, ha
sido la deuda externa, que se inició a partir de 1821-1822 con
dos empréstitos, denominados deventures, contratados
en Londres. Uno por Luis López Méndez (1821), que sin consultar
con el gobierno colombiano le compró unos equipos militares al sillero inglés
Jaime MacKintosh por 75 000 libras esterlinas, deuda que después se
convirtió en un pleito que estuvo a punto de provocar la intervención armada de Inglaterra en Colombia y
otro por Francisco Antonio Zea (1812), por valor de dos millones de
libras esterlinas, en condiciones absolutamente ruinosas para Colombia en el
periodo de la independencia, pues en ese momento se estaba dando la falta de
recursos para poder diligenciar la campaña. Este préstamo fue pagado un siglo
después. Con grandes dificultades y a menudo con retrasos que alborotaban la
quisquillosidad de los acreedores, Colombia sostuvo el servicio de la
deuda y, en general, los bonos colombianos gozaron de buen crédito en Europa.
Al finalizar el siglo XIX, el saldo de la deuda externa era de 15 millones
de pesos de oro (aproximadamente tres millones de dólares, o 6000 millones de
pesos colombianos). Los empréstitos externos en los últimos dos años (1898 y
1899) tenían por objetos financiar la conversión del papel moneda a billetes con
respaldo en oro.
Durante los
años 2008 y 2009, la deuda externa se va incrementando. La deuda
externa de Colombia registró en los primeros nueve meses del pasado
año US$ 51 204 000 000, el equivalente al 22,1 %
del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para 2009. Acorde con un
informe del Banco de la República, esa cifra -la más alta en la historia
del país- se corresponde también con el 75 % del presupuesto nacional para
el actual ejercicio. El ente emisor señaló que del total anotado en los tres
primeros trimestres de 2009 el saldo de la deuda pública ascendió
a US$ 35 004 000 000, para un incremento de cinco mil millones
respecto al período anterior.
En tanto, la cifra
restante, US$16 200 000 000, correspondió al sector privado. Los expertos
consideran que esos resultados reflejan un cambio en la dinámica de demanda de
empréstitos del exterior solicitados por Colombia en los últimos tres años,
pues la cifra disminuyó ostensiblemente entre 2007 y 2008, para volver a subir
a un nivel superior con relación a hace dos lustros.
Así pues,
los US$ 44 500 000 000 que alcanzó la deuda hace 24 meses
representaban el 21,2 % del PIB proyectado para ese año, cifra que
disminuyó en un 3 % para el periodo inmediatamente posterior y que hoy es
superior por cerca de cuatro puntos porcentuales.
En febrero de 2015 la deuda
externa superó los USD 100 mil millones, lo equivale al 25,3% del PIB, el nivel
más alto en 10 años.